Os anuncio que he escrito un librito divulgativo titulado Comunismo originario y lucha de clases en la Iberia prehistórica: arqueología social del Neolítico, Calcolítico y Bronce Antiguo, publicado con la joven microeditorial Sabotabby Press y en el que explico cómo podemos conocer ese tipo de cuestiones. Esta entrada la publiqué originalmente como hilo de Twitter pero la he recopilado y ordenado para tenerla aquí también.

Como sabéis soy doctor en arqueología prehistórica especializado en las sociedades de la Prehistoria Reciente peninsular y hace años abrí este Blog y su cuenta de Twitter asociada para explicar los entresijos de la disciplina. Ahora me he echado al monte con algo más ambicioso que breves posts o charlas divulgativas, porque la historia lo merece. O eso creo. La historia de cómo durante la Prehistoria unos grupos de personas vivieron sus vidas en colaboración mediante la reciprocidad y el apoyo mutuo y de cómo otras sufrieron las terribles situaciones de opresión que fueron el origen del patriarcado, la explotación y el estado.
El índice de contenidos es el siguiente y quiero aprovechar este post para iros presentando y describiendo los contenidos.

En el primer capítulo describo el contexto en el que surgen las preguntas que yo trato de responder en la actualidad: qué es eso del comunismo originario y cuándo surgen el patriarcado, la lucha de clases y el estado. Desde hace ya mucho tiempo se considera que la humanidad vivió “originariamente” en un estadio de igualitarismo, para unos algo edénico y para otros una situación primitiva y brutal. Y esta idea tiene su historia. La idea surge cuando la intelectualidad occidental “descubrió” en otros continentes pueblos sin clases, sin familia patriarcal y sin gobiernos, hecho que ha servido como materia prima para ese equívoco debate sobre la bondad y la maldad de la naturaleza humana.

Pero otros se han preocupado, más interesante y acertadamente opino yo, por cómo ese modelo colectivista, confederal y democrático originario permitió engendrar las más antiguas sociedades explotativas, desiguales y jerárquicas.

Desde esos momentos la antropología, la historia y, finalmente, la arqueología prehistórica, han tratado de desentrañar ese misterio. ¿Cómo lo han hecho? Eso es lo que explico más adelante en otros capítulos…
El Capítulo 2 está dedicado al concepto de “comunismo originario” que titula el libro: qué es, según lo entendió Engels, y cómo funciona esa forma de vida que, desde entonces, ha estudiado la etnografía. Las sociedades sin estado conocidas por Occidente no son un sujeto de estudio aséptico sino que han vivido en interacción con un brutal proceso histórico de globalización en el que la conquista y la desposesión les convirtieron en “nuestros” enemigos. Pero esas sociedades, que sepamos, son muy diversas: las hay violentas y pacíficas, ociosas y emprendedoras… e igualitarias y desigualmente jerarquizadas. En todo caso la etnografía ha permitido caracterizarlas y comprender cómo funcionaron en ellas el excedente, la reciprocidad, la redistribución, el liderazgo, el prestigio… y, en casos, también el patriarcado, la explotación y el estado. Sin embargo, estas sociedades no son fósiles del pasado sino productos de nuestro presente. Para conocer el comunismo realmente originario debemos irnos más atrás… o más abajo. Al dominio de los restos materiales y de la arqueología.

El tercer capítulo versa sobre la herramienta que tenemos para tratar de averiguar cómo funcionó el comunismo originario y cómo sucedió el surgimiento del patriarcado, la explotación y el estado entre las sociedades anteriores al desarrollo de la escritura: la arqueología. Me parece que la arqueología habitualmente se tiene por una disciplina árida, propia de personas obsesionadas con la descripción minuciosa y hasta pedante de las formas, decoraciones y tipologías de cacharros rotos y viejos. Pero además de eso la arqueología nos permite reconstruir aspectos tan variados de los modos de vida prehistóricos como la tecnología, el hábitat, la economía… e incluso, también, la sociedad: mediante la identificación en un mismo grupo social de distintas formas de vida (chozas / palacios) o de muerte (enterramientos ricos y principescos) puede averiguarse si una sociedad era igualitaria o jerárquica. Esto abre la puerta a rastrear los procesos históricos que dieron lugar a las más antiguas sociedades estratificadas regidas a través del poder coercitivo … y a tratar de averiguar por qué eso sucedió. Y quién se benefició y quién salió perdiendo de ello. En todo caso la historia específica que me interesa es la de la Península Ibérica, que conozco mejor. Pero antes de eso hay que contextualizar la Prehistoria Reciente peninsular en su marco, el de qué pasó en esos momentos en Próximo Oriente y Europa.

En el Cuarto se trata La Prehistoria Reciente (del Neolítico a Edad del Bronce) de Próximo Oriente y Europa, la cual ha servido durante mucho tiempo para proyectar muchos prejuicios derivados de la construcción de “nuestra” identidad: la occidental. Aquí se han cruzado conceptos como civilización y barbarie pero también libertad, despotismo, progreso, emprendimiento, colonizaciones y conquistas, en ocasiones más conquistas de las demostrables. Seguro que todos habéis oído hablar de si los bárbaros europeos pudieron desarrollar los dólmenes, la metalurgia y el protourbanismo o si, por el contrario, todos estos elementos los trajeron unos mercaderes y/o colonos orientales. O, también, de si hubo un Neolítico igualitarista y matriarcal que se vio sucedido por una Edad de los Metales jerárquica y patriarcal como consecuencia de una invasión de protoindoeuropeos. En este capítulo explico de dónde surgen todas esas ideas y qué pruebas materiales tenemos hoy para aceptarlas o rechazarlas. También expongo brevemente algunas de las novedades de la arqueología reciente que están rompiendo viejos paradigmas como, por ejemplo ¿Pudieron existir “ciudades” neolíticas igualitaristas? O ¿Es posible hablar de “reyes” en sociedades seminómadas? Esta heterogeneidad de fórmulas sociales y políticas identificadas en la Prehistoria Reciente europea sirve, creo, para abandonar apriorismos a la hora de enfrentarse a qué sucedió, efectivamente, en la Prehistoria Reciente peninsular: el último capítulo.

El último y quinto capítulo es el más extenso de todos y es ya el centrado específicamente en el comunismo originario y la lucha de clases en la Iberia prehistórica. No quiero desvelar por aquí mucho de lo que voy a presentar porque quiero reservároslo para la lectura. Simplemente apuntar que la península Ibérica es un escenario riquísimo en cuanto a manifestaciones arqueológicas capaces de informarnos sobre fórmulas de organización social. A través de casos escogidos trato de ilustrar los distintos tipos de situaciones que conocemos que se han dado: cómo fue realmente ese comunismo originario, su relación con el patriarcado o si es posible una sociedad igualitaria pero a su vez protourbana, creativa y próspera… y, por otro lado, en qué contextos emergió la lucha de clases y cómo vivieron explotadores y oprimidos así como, también, cómo vivieron los que resistieron a ese modelo. Finalmente, cierro el librito con unas reflexiones personales sobre qué creo que podemos aprender nosotros hoy en el presente de todo esto que sucedió hace miles de años y os invito a que también reflexionéis y opinéis al respecto.
Espero que este hilo os haya resultado interesante y que a su vez os anime a echarle un vistazo al libro: Comunismo originario y lucha de clases en la Iberia prehistórica. Arqueología social del Neolítico, Calcolítico y Bronce Antiguo.
Muy interesante.
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